miércoles, 4 de marzo de 2015

La Fierecilla Tomada

Esta puesta en escena es un musical diferente, debido a que no es algo que se haya visto antes en este género teatral: una parodia del teatro musical. A diferencia de otros musicales se ve algo que en mi opinión es bastante novedoso, aquello que muchos llaman “romper el cuarto muro”, es decir, cuando el actor se dirige al espectador y lo lleva de la mano y lo hace cómplice de sus alegrías y tristezas.




Uno de los aspectos más interesantes de La Fierecilla Tomada es que muchos de los actores ya han encabezado proyectos de teatro musical por separado y hoy se juntan para participar en un gran musical. Por ejemplo Héctor Bonilla tuvo una notable participación en El diluvio que viene, Chantal Andere participó en Amor sin barreras, Mauricio Martínez hizo lo propio en Mary Poppins, la participación de Roberto Blandón en El hombre de la Mancha y la carrera de Ari Telch vio la luz con El violinista en el tejado.

De principio a fin los espectadores se verán inmersos en una historia sólida con giros bastante interesantes, personajes entrañables y actores que hacen de la puesta en escena una experiencia inolvidable.
Jacqueline Andere interpreta a una chaperona que debe cuidar a la novia (Chantal Andere) para que no vea al novio (Mauricio Martínez) antes de la boda, pero en lugar de hacer su trabajo está todo el día bebiendo, lo que provoca situaciones bastante chuscas y surreales. Ella junto con los novios y otros personajes encantadores y excéntricos crean una serie de enredos divertidos que hacen que las dos horas de obra sin intermedio se pasen como agua.
Héctor Bonilla en esta ocasión nos regala una interpretación que logra hacer transmitir a los espectadores su alegría, nostalgia, tristeza y amor por el teatro musical.
Otro de los aspectos que sobresale de La Fierecilla Tomada es la escenografía perfectamente cuidada hasta el último de sus detalles, es sorprendente la calidad y el cuidado que tuvieron los escenógrafos para transportarnos a la época en la que está ambientada el musical (principios del Siglo XX en Estados Unidos, durante la prohibición de alcohol).

En fin, una buena inversión para el fin de semana es La Fierecilla Tomada, un musical que ofrece todo: un gran guión, estupendas actuaciones, personajes entrañables y un muy buen rato.